20 signos de inteligencia emocional

La inteligencia emocional es una capacidad indispensable si queremos el éxito en diferentes aspectos de nuestra vida, pues consiste en la habilidad de comprender, manejar y expresar de manera equilibrada nuestras emociones. Esto nos trae muchos beneficios, tanto internos, como los que tienen que ver con nuestras relaciones interpersonales, ayudándonos a tener una vida llena de armonía.

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Según el libro de Daniel Goleman titulado Inteligencia Emocional, que clasifica la inteligencia emocional desde distintos puntos, la capacidad de motivarse a uno mismo sería un muy buen ejemplo para lograr una estabilidad emocional plena.

Ahora bien, es hora de que te preguntes: ¿Soy una persona emocionalmente inteligente?

A continuación, estas son las principales características de alguien con inteligencia emocional, échales un vistazo y fíjate con cuantas te identificas:

Entiendes los sentimientos de las demás personas.

La empatía es una cualidad necesaria para mantener relaciones sociales sanas, solidas y duraderas, pues te proyecta como una persona sensible a las necedades de los demás, sin juzgar, ni señalar a nadie. Esto te ayudará a ser un excelente consejero y amigo incondicional.

Tienes una mentalidad abierta a los cambios.

Si no eres de ese tipo de personas cuya psicorigidez los hacer ver que en el mundo solo existe el blanco y el negro,  si para ti existen una escala de grises, y aún mejor, una gran variedad de colores en tu entorno, ¡felicidades! Esa flexibilidad mental te ayudará a ser una persona que se adapte fácilmente a los cambios.

No te sientes ofendido con facilidad.

Los individuos emocionalmente inteligentes saben manejar sus relaciones interpersonales de manera equilibrada, se conocen bien, por lo tanto las palabras que otros puedan decirle no le afectarán negativamente.

Sabes decir que no sin culparte por ello.

Eres de las personas que no dan respuestas emocionales ni impulsivas. Además, la presión de grupo no te fuerza a dar una respuesta, sino que tú mismo eres quien decide. Lo mejor de todo es que sabes hacerlo sin que la culpa te invada.

Vives en el presente.

No te quedaste estancando en el pasado, ni te la pasas dormido o cargado bajo las expectativas de tu futuro, vives el presente, disfrutas del día a día y lo más importante para ti es el aquí y el ahora.

No guardas rencor.

Perdonar es uno de los secretos de la felicidad y una característica de aquellos con inteligencia emocional.

No eres perfeccionista.

No te desgastas tu vida tratando de alcanzar una excelencia ambicionando la perfección.

La comunicación es tu mejor herramienta.

Eres comunicativo, te expresas con lo justo y lo necesario en cada instante. Evitas las imprudencias, y si las cometes no te frustras sino que a todo le sacas provecho para bien.

No eres chantajista y sabes eludirlo.

Cuando eres una persona emocionalmente inteligente, sabes cómo neutralizar la manipulación y lo mejor de todo es que nunca te valdrás de ella para conseguir lo que quieres.

Estás contento con lo que tienes.

No dejas controlar por la ambición, ni la envidia. Antes que nada disfrutas al máximo de ti mismo y los tuyos, y de que tengas, sea mucho o poco, encuentras satisfacción en ser feliz con lo necesario.

No permites que nada ni nadie cercene tu felicidad.

Cuando la inteligencia emocional es una de tus capacidades, ninguna eventualidad ni persona podrá romper tu ecuanimidad, y las herramientas para manejar correctamente las emociones fuertes y negativas, te harán gozar de una solidad felicidad y una constante paz.

El miedo no te paraliza.

Admites tus debilidades y reconoces tus miedos, entiendes porque los tienes, y por sobre todos sabes enfrentarlos con gallardía.

La tristeza no te consume.

Cuando te sientes triste, sabes reconocerlo perfectamente y sabes que es lo que puedes hacer para sobrellevarlo, pero como no te aminoras ante las adversidades, te levantarás nuevamente siendo más fuerte.

Ni el enojo ni la ira, te ciegan.

Cuando eres emocionalmente inteligente, ninguna emoción fuerte te hará perder la razón. Respiras profundo y sabes cómo convertir la taza de veneno, en una bebida achocolatada. Esto quiere decir que estando enojado no te vuelves alguien hiriente, sino que sobrepasas los obstáculos en el camino con tranquilidad, paciencia, raciocinio y humanismo.

Toleras la frustración.

Entiendes perfectamente que las cosas no siempre saldrán como tu esperas así que te relajas y te adaptas a los imprevistos.

Nunca pierdes la motivación.

Cuando a pesar de todo, de tanto o de nada, luchas con todas tus fuerzas para hacer realidad tus sueños, alcanzar tus metas y cumplir tus objetivos. Terminas todo lo que empiezas.

17. Reconoces tus debilidades, las conviertes en fortalezas.

Una persona emocionalmente inteligente es consciente de sus propias debilidades e inteligentemente trabaja para convertirlas en puntos fuertes.

Eres enteramente capaz de expresar sanamente tus sentimientos y emociones.

Reconoces el medio apropiado y el momento oportuno para cuando debas canalizar tus emociones.

Eres una persona íntegra: Tus hechos hablan por tus palabras.

Cuando practicas lo que predicas, hablas de valores y estos se ven reflejados en tus acciones. Es porque tu integridad dice que eres emocionalmente inteligente.

Tienes objetivos claros.

Sabes cuales son tus objetivos de vida, y harás lo tengas a tu disposición para cumplirlos sin afectar a nadie ni a ti mismo.

Esperando que hayas cumplido con todas o la mayoría de las características aquí mencionadas, no te desanimes si no las tienes todas, la inteligencia emocional también se trata de ser mejores personas cada día.

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